El dióxido de titanio es un pigmento mineral muy utilizado en cosmética porque resulta muy estable a la luz y al calor y posee un alto poder cubriente. El dióxido de titanio se utiliza principalmente como pigmento para intensificar y variar el color de los cosméticos caseros.
El dióxido de titanio se ha utilizado durante siglos en una gama de productos industriales y de consumo, lo que incluye pinturas, revestimientos, adhesivos, papel, plásticos y caucho, tintas de impresión, telas y tejidos recubiertos, así como cerámicas, revestimientos de suelos, materiales para techos, cosméticos.
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